El Naturalista Manzanilla Mahon Amar
Santolina chamaecyparissus.
Parte usada: Inflorescencias. En algunas ocasiones, se ha empleado toda la sumidad aérea.
Es un subarbusto perenne y aromático, que puede alcanzar los 60 cm de altura. Tiene multitud de ramas frágiles y quebradizas, recubiertas con gran cantidad de hojas. Las hojas están sobre todo en la base de las ramas, de forma que en los extremos apicales no aparecen. Estas hojas se disponen en 4 hileras compactas de hojas paripinnadas, lineares y estrechas, con foliolos pequeños, obtusos y gruesos. El color de las hojas varía de grisáceo a verde. El fruto es un aquenio con vilano.
Las inflorescencias son capítulos florales pequeños, de alrededor de 1 cm de diámetro, con forma globular y que se unen a las ramitas por un largo pedúnculo, apareciendo en la parte terminal de las ramas. Presenta flores tubulares amarillas. Sin embargo, nunca aparecen flores liguladas, lo que le da al capítulo el aspecto globoso. La corola de las flores está fusionada (gamopétala) y presenta un pequeño apéndice en uno de los lados. Las flores del disco son hermafroditas, mientras que las del radio son sólo femeninas.
Nombre latín: Santolina chamaecyparissus. Partes usadas: Capítulos florales
Manzanilla amarga, manzanilla de mahon, abrotano hembra. Principios activos: Aceite esencial, flavonoides, ácidos fenólicos, alcaloides, esteroides y resinas. La Manzanilla de Mahón aumenta la producción de jugos gastrointestinales y produce una relajación del músculo liso favoreciendo la digestión. También se piensa que puede presentar ciertos efectos antiinflamatorios.
Propiedades tradicionales: Antiséptica. Digestiva. Estomacal. Se utiliza en trastornos digestivos como dispepsias y sus síntomas asociados. Infecciones parasitarias intestinales (ascaridiasis, enterobiasis, teniasis, toxocariasis, tricuriasis). Uso tópico en irritaciones de la piel y conjuntivitis.
Uso interno:
Decocción: 1,2 g por taza. Dos o tres tazas al día. preferiblemente después de las comidas.
Las infusiones se realizan poniendo una cucharada en una taza, a la que se añade agua hirviendo. Se deja reposar durante 3-5 minutos, tapando la taza para evitar la pérdida de compuestos volátiles. A continuación se puede endulzar con azúcar, edulcorantes artificiales o miel.